Hoy no vengo a hablarte de teorías raras ni de números.
Hoy vengo a contarte mi verdad.
Hace 3 años, con 16 años, estaba en lo que me gusta llamar “parálisis por análisis”.
Quería lanzar mi primera tienda online, pero no sabía ni por dónde empezar.
Así que hice lo que casi nadie hace: empecé.
Metí productos de cocina a lo loco y lo llamé Ofertas de Cocina.
No sabía nada de nichos, de márgenes, ni de proveedores buenos.
(menos aún de cocina jaja)
Pero aprendí más en 1 mes vendiendo sartenes que en 1 año viendo vídeos de YouTube.
Unos meses después, entre tantos cacharros, apareció la batidora portátil.
Ahí supe que tenía algo grande entre manos.
De ahí nació Fresh Juice Blender, la marca que me dio mis primeras alegrías y mis primeros disgustos.
Aprendí a priorizar la profesionalidad por delante de la edad, a comunicar mi propuesta de valor, a perder dinero en anuncios, la realidad de ir detrás de clientes que no te hacen ni caso, y sobretodo, a entender los pilares fundamentales de un negocio.
¿Fracaso?
Para nada.
Fue mi mejor universidad.
Hace 3 semanas, después de todo ese recorrido, nació Vressh, mi nueva marca de nutrición portátil.
Un branding premium y una experiencia única que hace que cuidarse sea algo divertido, práctico y real.
Vressh no existiría si yo no me hubiera lanzado sin pensarlo a vender sartenes.
La vela de hoy:
Adáptate o muere. Y muévete.
Si algo me ha enseñado todo esto es que no importa lo que tú quieras vender, importa lo que la gente quiera comprar.
Si me hubiera quedado planeando el producto perfecto en lugar de lanzarme y adaptarme, hoy ni existiría Vressh ni te estaría enviando este email.
Hoy, con 18 años, puedo decirte que tomar acción masiva y adaptarse rápido a lo que el negocio pide es, literalmente, la mejor decisión que he tomado en mi vida.
No planifiques tanto.
No busques el producto perfecto.
Empieza, adapta y escala.
Un abrazo,
Jorge de la Vela
P.D. Mañana te cuento otra historia.